¿Qué pasó con la procuración de justicia?
Apenas 7 de cada 100 casos que llegan a las fiscalías obtuvieron una resolución, incluyendo la Fiscalía de Puebla, comandada por el sinaloense Gilberto Higuera Beltrán.
Las fiscalías, secretarías de seguridad pública, tribunales, comisiones de #víctimas, #defensoríaspúblicas, unidades de supervisión de medidas cautelares, el #sistemapenitenciario, en suma, la #ProcuraciónDeJusticia, más allá de la #ReformaJudicial, ha fracasado.
Al día de hoy, prima una alta #incidenciadelictiva sin datos que destacar en el índice de impunidad para #delitos clave como #homicidio doloso (96.86%), #feminicidio (86.78%), desaparición forzada (99.51%), secuestro (87.08%), y #extorsión (98.36%), de acuerdo al Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional.
Por ello, no es de extrañar el #hartazgo y #desconfianza de las y los mexicanos a la hora de denunciar, evidenciando lentitudes, torpeza y un trato denigrante para las víctimas, para muestra, el caso viralizado en días pasados por la abogada Paloma Corte, quien fuera acosada por un pusilánime sujeto escudado en las faldas de otra mujer, con la única diferencia de ser la última esposa y togada (responsable de impartir justicia), menudo lío.
Este bochornoso ejemplo evidencia los pesares por los que atraviesan las víctimas mujeres de manera continua, en busca de una justicia que no deja de ser selectiva y a conveniencia frente a sus agresores, resultando ello en uno de los factores determinantes de que tengamos en el país una cifra negra superior al 90%, es decir, a las y los mexicanos les aburre y les genera hastío denunciar la comisión de un delito.
Todo ello nos advierte las enormes fallas del sistema de procuración de justicia, la otra cara de la moneda de la deficiente reforma judicial.
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